Montserrat, 1.000 años

Una exposición que recoge los sentimientos de muchas generaciones que conforman el hilo de la historia de esta montaña extraordinaria que mantiene viva su esencia. Hace mil años, unos monjes procedentes de Ripoll fundaron el monasterio de Santa María de Montserrat. En ese momento, no podrían haber imaginado que incluso diez siglos más tarde, ese lugar seguiría existiendo, después de haber estado al borde de la desaparición. Mucho menos podrían haber previsto que se convertiría en un punto de referencia para todo un país y para muchas personas de todo el mundo.

Los sentimientos de muchas generaciones componen el hilo de la historia de esta montaña extraordinaria que mantiene viva su esencia. El monasterio de Montserrat ha conservado su esencia inalterada durante mil años, en el mismo lugar y sin haber sido nunca completamente abandonado. Subir a la montaña es un viaje, también emocional, lleno de matices.